domingo, 22 de enero de 2012

La dama de Hierro, de película.

Excelente artículo (La dama que soltó los perros de la codicia):
"De pronto, ahora, en medio de su locura senil, la misma que sufrió Ronald Reagan, su compadre neoliberal, Margaret Thatcher se pone el abrigo en su apartamento de Belgravia, se cubre la cabeza con un pañuelo y decide bajar a la calle a comprar una botella de leche en una tienda de comestibles de la esquina. Ninguna de las hormigas y piojos humanos con los que se cruza en la acera, hoy sometidos al paro más despiadado, reconoce a esa anciana encorvada, que en realidad es la principal responsable de su miseria."

Por desgracia, no sólo los Ingleses están sufriendo los resultados de su experimento...

¿Porqué será que me recuerda tanto a Esperanza Aguirre?

No hay comentarios: