miércoles, 30 de enero de 2013

ECO-LIMPIEZA. Limpiar la casa sin detergentes

Desde hace tiempo ya no compramos en casa detergentes ni limpiadores de ningún tipo, ni para el cuidado corporal (próximamente), ni para limpiar la casa.

¿Por qué?

1. Los detergentes no son necesarios, sólo industrialmente más baratos (a nosotros nos los cobran caro, lo que es un gran negocio).

2. Son altamente contaminantes. Los fosfatos y compuestos de fósforo son muy contaminantes en el agua y siempre tienen un porcentaje no biodegradable. La parte biodegradable hace que el agua se llene de algas microscópicas y se ponga verde opaco, de forma que se muere la vegetación de los ecosistemas acuáticos. Yo prefiero el agua transparente y supongo que tu también.

3. Son malos para la salud. Producen alergias y sensibilidad. Yo soy alérgico y cuanto más cosas peligrosas quite de mi camino, mejor.

¿Se puede realmente?

Las recetas que os voy a poner son las que utilizo. Probadas durante meses o años. Os aseguro que funcionan incluso con aguas duras llenas de cal, como la de Valencia.

Al grano

Lavavajillas

Para lavar a mano, utilizo desde hace tiempo jabón en pastilla (tipo lagarto, o del que hago yo). Cuesta un poco acostumbrarse porque hace menos espuma. Pero aunque utilices bastante hay que tener en cuenta que es mucho menos dañino para el medio ambiente y para tus manos que cualquier detergente.

Para lavar a máquina he encontrado una receta sorprendente y muy buena. Tengo que decir que cuando la leí por primera vez no me la creí y la probé porque unos amigos me hablaron muy bien de la misma. Probarla y ya me decís que tal. No puede ser menos tóxica ni más efectiva:

- Limón       3 limones
- Sal              200 g
- Vinagre    150 g
- Agua          300 g

-Se cortan los limones en trozos de tamaño adecuado para la batidora. Se bate todo junto (los limones con piel y pepitas y todo).
-Se hierve a fuego lento durante 10-15 minutos (el tiempo se cuenta a partir de que empiece a hervir), removiendo (rascando) con una cuchara para que no se pegue en el fondo.
-Se vuelve a batir para que quede homogéneo (a veces al hervir queda algún grumo).
-Se guarda en un bote. En algunos sitios pone que en nevera, pero yo lo guardo en una botella bajo la pila y no se me ha estropeado en meses.


Lavadora

Yo pongo jabón duro rallado o jabón líquido que hago yo mismo (ver más abajo) directamente sobre la ropa, en un tuperware pequeño. En el cajetín echo bastante vinagre como antical (unos 50ml) y un poco como suavizante junto con algo de esencia de lavanda (a veces romero). Queda estupenda.
Como quitamanchas utilizo el mismo jabón líquido sobre la ropa o jabón potásico comprado.

Limpia todo (espejos, encimeras, baños)

En realidad lo que mejor funciona es el vinagre, que puede ir sólo o mezclado con alcohol para los cristales, o/y con agua para las zonas más fáciles. Si algún sitio está con suciedad muy dura lo mejor es espolvorear un poco de sal o bicarbonato y luego utilizar el vinagre.

Yo tengo un spray rellenable con  una mezcla de vinagre (300 ml) y alcohol (100 ml), con unas gotas de esencia de lavanda (valdría cualquiera, como salvia o romero o eucaliptus) que utilizo para todo. En muy raras ocasiones le añado un poco de sal (sobre todo a la bañera si está muy sucia).

IMPORTANTE: El alcohol debe ser etanol, no metanol que es tóxico.

Friega suelos

Suelo echar al agua de fregar un buen chorro (el equivalente a dos-tres tapones de friegasuelos) del limpiatodo anterior. En alguna ocasión si el suelo está muy sucio se puede echar amoniaco, pero la verdad es que nunca me ha hecho falta.

Otros

 Para desatascar cañerías utilizo bicarbonato y vinagre caliente. Se echa un puñado pequeño de bicarbonato por el agujero y se deja un rato mientras se calienta el vinagre en una cazuela (100 ml a ojo). Se echa el vinagre y se deja actuar un buen rato. Luego se enjuaga con agua caliente.

Para quitar la cal de las piezas de los grifos, con vinagre caliente se quita fenomenal. Los que viváis en zonas de aguas blandas no sabéis de qué hablo y suerte que tenéis.

El jabón líquido (no tan líquido)

Para hacer jabones hace falta aceite o grasa y sosa cáustica (o potasa). Es muy importante utilizar la sosa con mucho cuidado ya que es abrasiva y quema la piel. Yo me pongo gafas protectoras, guantes y una bata de laboratorio (ropa que no te importe). La proporción de grasa y sosa también es muy importante. La receta que voy a dar es para aceite de oliva, pero si se cambia el aceite o se hace con potasa hay que consultar las tablas de saponificación.

Una garrafa de plástico duro de 3-5 litros o más.
Las proporciones son para un litro en total. Si se quiere se puede multiplicar por dos o por tres. Dejar hueco en la garrafa para poder agitar.
Aceite de oliva       90 g  (OJO, gramos, no mililitros)
sosa caustica          18 g (con potasa serían 25 g de potasa)
agua                     892 g  (aquí si da igual si son 2000 ml)
esencia de romero (u otra a gusto)  unas gotas

Se echa la sosa en el agua en una olla. El agua se calienta con esto.
En la garrafa se echa el aceite y después de le añade la mezcla de sosa y agua. Si se hace al revés, el calor y la sosa pueden hacer el plástico más quebradizo y se puede romper la garrafa.
Se agita fuerte.
Se agita cada mañana y cada noche por plazo de 15 días. Antes de que esté demasiado duro añadir la esencia y agitar.

y luego se sigue agitando aunque ya estará casi duro.

 Si se quiere más líquido se puede mezclar el aceite de oliva con aceite de girasol (su índice de saponificación es muy parecido, por lo que no hay que cambiar la cantidad de sosa, si se utiliza otro aceite buscarlo en tablas de saponificación).
Si se utiliza aceite de girasol sólo, tarda más en cuajarse el jabón y queda demasiado líquido. Pero mitad-mitad, queda casi perfecto.

las botellas de pet (transparentes) se vuelven muy quebradizas, es mejor empezar en una garrafa de plástico blanco y luego a los pocos días si se quiere, transvasar a botellas de pet.

Al cabo de un mes ya se puede utilizar el jabón para la ropa. Si se quiere utilizar como champú, mejor esperar dos meses, para que la sosa haya perdido toda su actividad.